
Pongo un pie en el lobby y una gata rosada de un metro capta mi presencia y comienza a balancearse diciendo: Welcome to Henn-na Hotel; check-in at your left. El director hace una reverencia y levanta la batuta: minichelos y violines sincronizados arrancan con La novena sinfonía, de Beethoven. A tempo, entran timbales, trompetas y flautas. En el Henn-na Hotel de Nagasaki, el check in lo hace un dinosaurio robot. Voy hacia la izquierda para hacer el check-in y me paro frente a una bella androide vestida de blanco con un realismo pasmoso que se activa moviendo la cabeza, que parpadea, que levanta una ceja y sonríe.
¿Un mundo sin humanos?
Japón es un país muy especial. Empero no todos los tópicos que le atribuimos a los japoneses son exactos: en una sociedad de millones de habitantes te vas a encontrar de todo. En Tokiopara comprarte un auto tienes que demostrar antes que cuentas con un parking donde guardarlo. Fault embargo, se puede fumar en bares y restaurantes.